Clara y Edmund 3:

Clara

Me senté en el borde de mi cama, estaba enojada, no, triste, o tal vez la palabra adecuada seria decepcionada. Si, eso era, estaba decepcionada, de Edmund, del amor, de mi misma, de mi caja de cristal bajo la cama.

Estaba decepcionada de él porque lo había probado, y en ambas pruebas había fallado. Su primera prueba fue hace un año,  cuando a pesar de amarlo me negué a darle un beso, y en cambio, me levanté y me fui, sin más que decir o hacer, y él, se quedo cabizbajo observando como me marchaba. Si, evidentemente había fallado, ¿Por qué no se levanto el también? ¿Por qué no me siguió? ¿Por qué no salió a buscarme? La respuesta era más que evidente, Edmund no me amaba. Por eso había escondido mi corazón en la cajita de cristal en su escondite secreto, para que el nunca pudiera lastimarlo, y el plan funciono muy bien según su propósito, yo no me acordé de el en ningún momento, pues era mi cabeza la que decidía en mi cuerpo, y mi cerebro no lo necesitaba. Sin embargo me sentía vacía, y ese día en la playa recordé que era lo que me faltaba, mi amor, mi gran amor prohibido, y aunque seguía con la idea de que el no me amaba, decidí probarlo una vez más, y nuevamente falló, el no salió a buscarme, el no impidió que me valla, y claramente, yo no le importaba. 


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Pd: Bueno, esta entrada solo hablo de Clara, pero creo que era necesario, para darle un giro a la historia, para mostrar de una vez por todas, que Clara no es una fría e insensible, sino que lo unico que quiere, es no sufrir ni ilusionarse con falsos amores. Que lo ama, pero esta convencida de que el a ella no.
Si dejan muchas luciernegas de caramelo, mañana o a mas tardar el viernes, subo el proximo mini capitulo de esta historia, y esta vez con el punto de vista de Edmund ;)


Besos de chocolate para todos(as)